-Juliette,
te presento a Beth, mi mejor amiga aquí en Madison.
–dijo Will alegre, con que era su mejor amiga, ¿eh? Vaya… -Beth, ella es Júlia,
mi novia. –jaque mate, Beth, novia es mucho más que mejor amiga. Ni te acerques
a él. ¿Pero que estoy diciendo? Ella no me ha hecho nada, sé simpática Júlia.
-Encantada
de conocerte. –dijo sonriendo y me abrazó como si me conociera de toda la vida.
-Igualmente
Beth. –respondí devolviéndole el abrazo amistosamente.
-No
me creí cuando me dijeron que venías, Will. –expresó ella emocionada. –Han
pasado muchos años desde la última vez que nos vimos.
-Sí,
¿Cuántos? ¿5 o 6 años? –respondió él. –Has cambiado mucho, Beth.
-Tú
también. –contestó ella. Me miraron sonrientes los dos. –Oye chicos, ¿Queréis
venir a dar una vuelta por el pueblo?
-Beth,
cielo, acaban de llegar desde Nueva York, están cansados. ¿No crees que será
mejor que os veáis mañana y que hoy descansen los pobres? –dijo Margaret
contestando por nosotros.
-Tienes
razón, ¿mañana por la mañana os veo entonces? –preguntó ella con una bonita
sonrisa, parecía sincera.
-Claro.
–dijimos los dos al mismo tiempo. – ¡Hasta mañana!
-Hasta
mañana entonces. –se despidió ella. Se acercó a nosotros y nos dio un abrazo a
cada uno. –Adiós Margaret, adiós Thomas.
-Hasta
mañana Beth. –dijeron los dos ancianos sonriendo mientras Beth desaparecía por
la puerta. –Venid chicos, os enseñaremos vuestra habitación.
Cogimos
las maletas y subimos escaleras arriba. La casa era muy bonita, era como las
típicas granjas de las películas. Margaret nos condujo hasta una habitación muy
amplia con una cama de matrimonio en medio de la habitación.
-No
sabíamos si preferíais dormir juntos o separas, pero como sois mayorcitos os
dejamos dormir aquí. –dijo Margaret guiñándonos un ojo pícaramente. Nos reímos
ante su comentario, fue muy descarada. – ¿Queréis ésta o preferís dormir
separados?
-Tranquila
abuela, ésta está bien. –contestó Will por los dos, cogiéndome por la cintura.
Me ruboricé sin darme cuenta y sonreí para disimularlo.
-Jaja,
de acuerdo, chicos si necesitáis cualquier cosa sólo tenéis que pedirlo. –rió
ella. –Que durmáis bien, buenas noches.
-Buenas
noches, Margaret. –dijimos los dos a la vez. Dicho esto, salió de la habitación
y cerró la puerta.
-¿No
te importa que durmamos los dos juntos, verdad? –me preguntó algo tímido
rascándose la nuca. –Digo, como he respondido por los dos.
-No,
tranquilo, no me importa en absoluto. –dije sonriéndole.
-Vale,
entonces. –suspiró aliviado.
Sacamos
la ropa que llevábamos en la maleta y la guardamos en el armario que había en
la habitación. Me di cuenta de que había un baño en la habitación así que le
dije a Will que me iba a dar una ducha. Me di una ducha de agua ardiendo para
relajarme y ayudar a coger el sueño también. Justo cuando salí me di cuenta de
que había olvidado mi pijama. Mierda. Me enrollé en una toalla demasiado corta
y salí a la habitación. Por suerte no estaba en ella, uf… Cogí el pijama y
justo cuando iba a desenrollarme la toalla y ponerme el pijama, entró Will por
la puerta. Qué oportuno… Se me quedó mirando embobado y luego sacudió la cabeza
sonriendo. Bah, tíos…Serán más o menos tiernos y buenos, pero al fin y al cabo
siguen siendo hombres.
-¿Podrías
disimular un poco al menos, no? –pregunté riéndome. Se ruborizó y me miró
rascándose la nuca.
-Eh…yo…perdona…yo…
-tartamudeó.
-Tranquilo,
no digas nada, me cambio en el baño. –sonreí poniendo los ojos en blanco.
Entré
al cuarto de baño dejándole con la palabra en la boca y me puse mi pijama favorito.
Me peiné mi largo pelo mojado, y me lo sequé un poco con el secador para que no
se me rizara demasiado. Cuando salí del baño, Will estaba tumbado en la cama
mirando el móvil. Se levantó, me sonrió y se metió a ducharse. Busqué mi móvil
para llamar a mi hermano y avisarle que ya habíamos llegado.
-¿Juli?
-Hola,
Lucas. Sí, soy yo. –dije alegre.
-Hola
hermanita, ¿Qué tal el viaje?
-Muy
bien, gracias. Te llamaba para decirte que ya hemos llegado y bueno, que
estamos bien, sólo eso. ¿Tú qué tal? ¿Qué haces?
-Me
alegro, yo también muy bien, estoy con Noah en casa viendo una peli. –respondió
él.
-Jaja,
vale. Pasadlo bien chicos, y dale recuerdos a Noah de mi parte. –dije
sonriendo. –Adiós enano, te quiero.
-Lo
mismo digo, Juli. Te quiero mucho petarda. –se despidió. –Te llamaré dentro de
unos días, adiós.
Y
colgó. Dejé el móvil sobre la mesita de noche y me dejé caer sobre la cama. Estaba
reventada… Will apareció en con su pijama improvisado, unos pantalones de
chándal grises largos, y ejem bueno, sin camiseta. Apagó la luz, se tumbó a mí
lado en la cama y me besó.
-¿Tienes
sueño? –preguntó rompiendo el silencio.
-Sí
pero no puedo dormir. –respondí. – ¿Y tú?
-Igual.
–dijo. –Oye, creo que deberíamos hablar sobre… ya sabes… -se le notaba bastante
nervioso, y llamadme tonta pero yo no acababa de entender que me quería decir.
-Will,
lo siento pero no te sigo. –le interrumpí mirándole con inocencia.
-Pues…Joder,
¿Por qué es tan difícil preguntarlo? –dijo hablando solo y me reí para que se
calmara.
-Ei,
tranquilo. Pregúntame lo que quieras, no creo que sea tan difícil. –reí y me
miró algo serio.
-Uf,
vale… Quería saber….si…ya sabes… ¿Ha habido alguien que…? Ya sabes, ¿me sigues?
–preguntó nervioso y serio. Noté como se sonrojaba aunque estábamos a oscuras.
Qué mono…Vale, entendí lo que me quería decir. ¿Cómo podía haber sido tan
tonta?
-Oh,
sí, ahora sí. –soltamos una risita. –Ahora en serio, no, no ha habido nadie.
–añadí sonriéndole.
Noté
como sonreí y pasaba uno de sus musculosos brazos abrazándome. Me acurruqué en
su pecho desnudo y me besó el pelo.
-Buenas
noches princesa, que descanses. –dijo besándome.
-Buenas
noches Will. –dije bostezando. –Lo mismo digo.
Nos
volvimos a besar, y quedamos así abrazados toda la noche. Me costó un poco
dormirme pero al final conseguí conciliar el sueño. Miles de cosas pasaban por
mi cabeza cada noche, pero ésta en concreto fue especial para mí.
Desperté
a la mañana siguiente por los rayos de sol que entraban por mi ventana. Intenté
moverme pero seguía atrapada en los brazos de mi novio, que dormía
profundamente. Observé detenidamente todos los rasgos de su cara: sus ojos, sus
cejas, sus carnosos labios, las pequeñas pequitas y lunares que tenía…Parecía
un angelito. Estiré mi mano hacia la mesita de noche todo lo que pude hasta alcanzar
mi móvil. Lo cogí y le hice una foto. Quería recordar ese momento. De repente,
se empezó a remover un poco en su cama, empezaba a despertarse.
-Mmm…Buenos
días pequeña. –sonrió con voz grave y ronca, aún tenía los ojos cerrados. Me
reí y sonrió todavía más. – ¿De qué te ríes?
-De-de
nada. –mentí.
-Mentirosilla…
¿No piensas decírmelo? –preguntó incorporándose mirándome a los ojos y negué.
Estaba guapísimo, con el pelo alborotado y con los ojos entrecerrados por los
rayos de luz que le reflejaban en la cara. – ¿A no? –negué de nuevo riendo
disimuladamente. –Entonces prepárate, vas a sufrir.
Me
levanté ágilmente de la cama con la intención de escapar, pero fue más rápido y
caímos los dos al suelo. Estaba encima de mí, mirándome fijamente, como si estuviera
memorizando todos los detalles de mi cara. Se acercaba cada vez más y más, y
cuando estábamos a escasos centímetros cerré los ojos esperando que me besara.
Esperaba y esperaba pero ese beso no llegaba, y yo con los ojos cerrados. Los
abrí poco a poco y él no estaba sobre mí como antes, sino que había
desaparecido. Empecé a escuchar unas risas que reconocí al instante, venían de
detrás de la cortina del ventanal. Efectivamente, allí estaba, tratando de
esconderse de mí.
-¿Tratabas
de huir, pillín? ¿De mí? –pregunté alzando las cejas, seguía con su risita
adorable de niño pequeño, parecía tener 4 años en vez de 18. Negó con la
cabeza. – ¿Cómo qué no? Entonces, ¿por qué te escondes?
-No
era mi intención esconderme. –rió él tímidamente mientras yo me iba acercando a
paso lento hacia él.
-¿Y
cuál entonces? –reí yo.
-Venganza.
–dijo imitando la cara y voz de los malos de las películas pero no le quedó muy
convincente.
-Ya
estamos en paz entonces, ¿no? –dije acercándome a él, seguía oculto tras la
cortina, excepto su cabeza, que se asomaba tímidamente.
-¿En
paz? ¿Por qué? –preguntó confundido.
-Yo
por reírme de ti, y tú por dejarme con cara de imbécil cuando estabas a punto
de besarme. –expliqué aunque pensaba que era evidente.
-Ah,
no era mi intención. –dijo entendiéndolo todo y poniendo cara de niño inocente.
–No creas que mi venganza es sólo eso, tengo algo mejor pensado.
-¿Más?
¿Te parece poco? –bromeé riéndome.
-Sí,
no estamos completamente en paz. –dijo con voz de intelectual. –Técnicamente,
tú sabías el motivo por el cual yo me reía, pero a diferencia yo no sabía la
razón por el que TÚ te reías de mí. –aclaró enfatizando el “tú” con voz todavía
de intelectual. Me quedé mirándole boquiabierta… <<sabe utilizar las
palabras>> pensé. – ¿Me has entendido o hace falta que te lo repita más
des-pa-cio?
-Calla
Sheldon Cooper, lo empeoras todo. –dije. –Míralo, parecía tonto el pobre.
-¡Eh!
No soy tonto ni lo parezco. –se quejó indignado como un niño pequeño. –Y, ¿qué
me has llamado? No me insultes, ¿eh?
-Claro que sí, cielo, lo que tú digas. –dije dándole
la razón como a un tonto y estirándole una de las mejillas. – ¿De verdad que no
sabes quién es Sheldon Cooper? ¡Serás inculto! Un día de estos vamos a ver
juntos Big Bang Theory, no voy a
dejar que continúes viviendo sin saber de lo que te hablo. –añadí alejándome de
él y yendo hacia la puerta para bajar a desayunar.
-¿Big Bang qué? –preguntó con cara de
empanado siguiéndome por el pasillo.
-Big Bang Theory, más te vale ir aprendiéndotelo.
–comenté dedicándole una mirada asesina.
Sopló
sin entender nada, y bajamos a desayunar, no estaban en la cocina ni Margaret
ni Thomas, tan sólo había una nota y unas tortitas muy apetecibles junto a dos
vasos de leche en la encimera de la cocina.
-¿Abuelo?
¿Abuela? –preguntó Will entrando después de mí en la cocina.
-No
están, pero hay una nota. –expliqué.
Chicos, hemos salido al pueblo a comprar un
par de cosas, volveremos por la tarde. Beth vendrá dentro de un rato para
llevaros a un sitio.
P.D.: Esperamos que os gusten las tortitas.
Que cuquis que son por dios!Me los como,este capitulo me ha gustado mucho jeje <3 besitos de colooorines*-*
ResponderEliminarOix,muchas gracias neni*_* ¿Te gusta?Me alegro muchísimo^^ Besos guapi<3 Te quiero mucho xx
EliminarNo se dan guapi*-* Bueno,me encanta:) Jejeje y yo por ti <3 Tequiiero muucho(L)
ResponderEliminarJeje,thanks preciosa <3 Y yo,petarda<3
EliminarAy, que románticona se ha puesto mi pitufa*-* Simplemente, genial. He morido lentamente mientras leía este capítulo. Y ahora te preguntarás: "Sí se ha muerto mientras lo leía, ¿que hace comentando?", ¡pues que he revivido! JAJAJA, en fin, que te quiero mucho y que subas pronto, que quiero ya el próximo capítulo :) xx
ResponderEliminarP.D: Me como a la parejita, son muy monos*-* Y la Beth esa, que no los separe, que si no, la mato, la descuartizo en trocitos muy pequeñitos como el sushi.
Jajajaja :") Moltes gràcies^^ ¿Has "morido", no? Olé tú,jajaja menuda loca estás hecha :D Te quiero mucho neni,sí,no me queda mucho para acabarlo así que intentaré subirlo la semana que viene^^
EliminarP.D:Jajaja gracias :P Ui,a ver que pasa... xx
JAJAJA :') Pues sí, morido. ¿No la habías escuchado, la palabra? Pues ya la has escuchado. Sabía que te haría sonreír con el comentario. Te quiero mucho pitufa xx
EliminarJajaja, ya una vez lo dije y todo, ¿no te acuerdas?Oix,que mona, te quiero mucho xx
EliminarMe encanto!!! y ojala subas el capitulo muy rapido que estoy muy anciosa!!!!! Te amo!!!
ResponderEliminarPD: YA ESTOY Ansiosa!!!!!!!!! Te amo guapa!!!
Gracias guapísima*-* Espero colgar pronto pero estoy muy ocupada entre cosas y otras:( Muchos besos xx
EliminarYo igual bonita<3
DIOOOOOOOOOS ME HA ENCANTADO EL CAPÍTULO!! Perdón por no haber comentado antes pero ya sabes los motivos xD Te amo,sigue pronto preciosa!
ResponderEliminarOhh,muchas gracias cielo*-* Me alegro mucho de que te haya gustado^^ No te disculpes,me encanta que comentes:D Te amo guapísima<3
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